(A
Merche Esmeralda)
Esa
cintura de verso,
esa
mirada de aceite…
Figura
de fina espiga
tus
brazos aspas crujientes!
Un
torso para leyenda
melena
de moño antiguo,
mi corazón al garete...
Tus manos fueron
palomas
formando
cortejo hiriente,
y acompasó
el arrebato
de
tus zapatos con alas
sobre maderas
dolientes...
Ese
duende que no duerme
cortejando
a ti te mece…
Ascendiendo
por tus piernas
penetrando
tus entrañas
dejó
semilla en tu vientre!...
con
sigilo
por tu espalda
te
quebrara la cintura
cuando
escarpaba tus senos
elevando
tus axilas
en
un bello arco agareno
con
los adobes de oriente!
Atrapado
en tu mirada,
cuando
lo miras de frente,
se
adormecía en tu cuello
para
hacerte suya siempre!
Los gentilicios del arte...
Mientras
el sol del olivo
y
la brisa marinera,
cubren
tu cuerpo desnudo
por
aljezares dormidos,
amanecen madrugadas
en
tus fuentes de pureza!
Y jazmines y azahares
suspiran las
callejuelas
tu compás de sentimientos,
que
atenaza mi garganta
cuando
el baile se agiganta
y
asciende a su gloria pura!
Arrebujado
en lunares
tu
talle de fina estampa
en
los vuelos de tu bata
con
sus virutas de plata
funde
arabescos de lunas!
Hechizando
a dentelladas
la
sombra en tus hechuras…
¡Hasta
el canto de los gallos
a
las puertas de la aurora
que
no me despierte naide!
En
mis sueños…Esmeralda!
Naufrago
de su mirada
y
abrasado con su baile!!
Fernando
naranjo duran
4/5/06.