Desvastado paraíso…
Solaz de Águila imperial.
Desde tu bello nidal
hizo el hombre lo que quiso
en tu hamaca tropical…
Severa naturaleza
de iracunda disciplina!
Donde no todo comienza
a saber como culmina....
Y tajante se enfurece
sin pedir tus documentos!
Arrebatados encuentros
en que tú sabia perece
en desacordes violentos...
Quizás una maldición
sobre su insulsa pereza?
Abrazada a la pobreza
y a sublime religión,
les castigó con dureza!...
Y su faringe enquistada
fue ronquido del averno!
Con su lengua envenenada
la sometió a su gobierno
antes de ser devorada!...
Fernando Naranjo Durán
3-5-10
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