Tras el
ventanal veía
delicado
como un beso
la nieve
en su fiel regreso;
y aunque
la tarde fue fría
de
fuego mi pecho ardía
cual fino
y joven querer..
Brasas de un atardecer,
teas para crudo invierno
de una
pasión sin gobierno
como
aquellos de Teruel..
Fernando naranjo
duran
13-2-2013
(recordar
que todos los poemas que expongo, son de mi autoría) y registrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario