Que chiquita tú
capilla
para tú gran
soledad.
Te rezo con
brevedad
ante tú
imagen sencilla;
por mi
siembra y su semilla
con espontáneo
ruego,
por gran pesar desde luego
que me aflige
el corazón,
te estoy
rogando el perdón
por mi absoluto despego!
Mis ruegos
fundan el hielo,
y esta pena que
me mata..
Mi sangre tornó
escarlata,
tiño se por ese
anhelo
de velar, y ser
desvelo,
en un sueño inacabado,
sobre camino empedrado
llueve fina
destemplanza
y humedece la
esperanza
bajo su cielo
entoldado!
Concédele
tú, armonías,
para su vida incipiente
demuestra ser
un valiente
que rehúsa letanías!
Alúmbrale sinfonías
veras como te
responde!
Te seguirá
siempre adonde
tu le indiques
el camino,
el se curtió
peregrino
a honda estirpe corresponde!
Mis gentes de
tú parroquia
de la sierra
mis ancestros
que agrupados
entre rezos
ha tú vera se
aparroquian
y mi boca soliloquia
pronunciándote
estos versos!
Son
tuétanos de mis huesos
a tu aura en
su soleá,
solo te pido
piedad
en tus pulsos más excelsos!..
Fernando
Naranjo Duran
6/4/ 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario