(Sonetillo)
¿Cuánto
cuesta una sonrisa
de
un rostro meditabundo?
¿Quizás
un verso jocundo?
¿Ó
solo una suave caricia?
Te
rescate de ese mundo
donde
reina la impericia:
esa que
todo desquicia
dejando
amargor profundo..
La
quemazón de ese anillo
estrangulando tus dedos
y el riesgo
de tu expedir..
¡Encienda mi sonetillo
fuego, de un
amante juego
y
aleje tal sin vivir!..
Fernando
naranjo duran
5-9-2014
@registrada
la propiedad intelectual.
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