La ardorosa carretera
otrora tan descarnada
nos ofreció mil quimeras
sobre aquel viejo camión
cuya bestia autorizada
al transporte primitivo
con sus cinco toneladas
en bruto y orden de marcha,
entre alegría y suspiros
triunfante siempre arribara.
Más todos rogando a dios
que ni un ‘manguito’ provoque
inesperado disloque
pues si cuece el radiador
y el tapón tras el vapor
en un repecho va y vuela,
fundiéndose alguna biela
de aquel viejo Austin “torreta”
bajo aquel sol qué rabieta
entre aceite y manivela..
Gasógenada ilusión
de juventud con vigor
no es mera casualidad;
cual éter o gasolina
dispuesta para inflamar,
aquellos viejos caminos
sinuosos y polvorientos,
rodar y rodar cansinos
de feria en feria trotando
a veces muy descontentos.
Uno va perdiendo el crédito
de los nuevos avalistas,
degradándole aquel mérito
bien ganado en las batallas
con su estilo costumbrista..
Más, todo de vieja escuela,
tras un vetusto Catón.
Cuando el alma se rebela
con un misto enciende velas
la noche de su razón!..
Fernando naranjo duran
29-8-2017
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