(mi
viejo poema)
Desde Orihuela al Rosal
ya
no existen las fronteras
caminos ni carreteras
que
no recuerden a un tal
poeta más
inmortal,
fugitivo
y peregrino
victima
del desatino
de
un monstruo con dos cabezas,
sin
olvidar sus vilezas
tras
resacas
de un mal vino...
Lágrimas
aún nos
tiñen
del
color de la uva tinta.
Sobre
el papel negra cinta
un
luto que no destiñe
los
dolores que aún se ciñen
a
este pueblo malandrín,
debiendo
poner ya fin,
y
caminar siempre juntos
sin
remover más difuntos
en
sus testas de aserrín..
Y
renazcan limoneros,
pajareen
las alondras;
pastores escriban odas
como
los finos libreros..
Y
no sangren los senderos
ni
se enrojezcan las tapias
que
otorgan luz a mi patria.
Ni
despojo en las cunetas
ni
brillos de bayonetas
nos
devuelvan la vida agria..
Ni
embadurnen con panfletos
las
blancuras de estas calles,
y tornen
después en ayes
ante tan
viles sujetos.
"dogos" de férreos
guetos
a
la libertad divina
nos acechan las esquinas..
Dejen
la vida correr
necesito
amanecer
y
ver que todo termina.
Dejad
en paz la memoria
que
nadie la cuenta cierta,
y a todos nos desconcierta
ver falsear
nuestra historia,,
Atesoran vanas glorias
viajeros cual
Gulliver
pretenden
“solo” crecer
tanto
a lo alto, como a lo
ancho
en
este país de sanchos,
Quijotes
y Lucifers!...
Fernando
naranjo
31-10-10
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