(soneto)
El mohín
de aquella eterna frescura
de endiablada
sensualidad espuria
sin tamiz a sus
vanas manicuras
despierta
aún mi noctámbula lujuria..
Blonda piel de nácar para mi hechizo
Ay .. Si
yo pudiera aquí regresarte
sin
rubíes ni obscenos bebedizos
y el carmín
de tus labios yo besarte!..
Y rizos
presto el oro a sus cabellos..
Su torso
desnudo, Vesubio y Etna,
su cintura, espiga sin concesiones
por
donde impíos castos y plebeyos
al
vapor de aquella rejilla eterna
cocimos
mil ilusas pretensiones..
Fernando naranjo
duran
5-8-2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario