Travestidos de nostalgias
y de necias vanidades
cada cual aquí destaca
de ocasión, necesidades.
Y han ofrecerles carnaza
a impíos como a villanos,
y a brujas y plañideras
tanto cuchillo y tijera
y a descuartizar humanos.
Solo importa aquí la gloria
y el brillo de algún momento
nos encumbre en la platea,
para todo el que nos vea
monte su falso argumento.
Algunos con desmesura
sirvan de alimento a buitres
bajo el sol que nos alumbra,
y a la sombra de la usura
asista la hiena al convite.
Negro caldo de cultivo
envenena a los mortales
que ostentan gestos altivos,
cuando el viento sopla a popa
y ausentes los temporales.
No acusan pasar el tiempo
y en orgías meridianas
ni temen a los arbitrios
que el exceso va apuntando
de sus noches casquivanas.
Solo la imagen importa
y no la letra pequeña,
que nadie lee ni enseña
pues la carrera es muy corta
mira bien cuánto tú empeñas,
si fronteriza es la Parca
y persisten los excesos;
el sistema nos da el alto
tras tremendo sobresalto
y nadie aquí escapa ileso.
Cuando joven ‘donde el burro’
a sacudir con honores
el miembro que a mí me cupo
en un parto con dolores.
No siento pena maldita,
pues nunca fui un traficante,
ni borrego, ni mariquita.
Simplemente un trashumante
de veranos, que a nadie quita..
fernando naranjo duran
7-8-2017
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